El potasio es un elemento que,
por las grandes cantidades en las que se demanda en las plantas, es considerado
un macronutriente. El elemento potasio es asimilado del suelo por las raíces de
planta en forma de ion potasio (K+ ). El potasio a diferencia del nitrógeno, no
tiene un papel estructural dentro de la planta; sin embargo, se necesitan
cantidades elevadas para el crecimiento y desarrollo del cultivo,
principalmente el de los frutos.
El potasio tiene dos funciones
importantes dentro de la planta:
1) El rol osmótico, donde regula
la entrada y salida de agua y por lo tanto tiene un impacto positivo en el
calibre, firmeza y peso de los frutos; y
2) El rol en el transporte de
azúcares dentro de la planta, en este proceso el ion potasio acompaña a la
sacarosa, azúcar de transporte dentro de las plantas, en su movilización hacia
los frutos.
Por las funciones anteriormente
descritas, es necesario contar con estrategias que permitan un buen suministro
de este nutriente para lograr cosechas de calidad en los frutales.
Diagnóstico
El primer paso para poder
establecer una estrategia de fertilización de cualquier nutriente, consiste en
realizar el diagnostico mediante herramientas que cuantifiquen la disponibilidad
de los nutrientes en el suelo.
Análisis de suelo.
El uso de los niveles de
nitrógeno que se reportan en los análisis de suelos es poco utilizado y
convincente en fruticultura, dada su gran movilidad. No así para fósforo y
potasio, elementos de los que se reportan sus fracciones disponibles y que son
un buen pronóstico de posibles problemas actuales y/o futuros. Para el caso de
potasio, análisis con valores por encima de 0.25 cmol+ /kg en los análisis no
causan problemas en frutales.
Análisis foliar.
Es quizá la herramienta más
utilizada en especies frutales, dado el respaldo que brinda para pronosticar
producción, vigor, calidad y condición de la fruta. Los valores de estos
análisis sólo son válidos si las muestras son colectadas siguiendo un estricto
patrón de muestreo, el cual se hace en base a la especie, tipo y número de
hojas, así como la época de recolección. Existen valores estándares de
referencia (Cuadro 1), los cuales se han generado a través de experimentación
en campo de larga duración, los cuales permiten calificar el nivel del
nutriente dentro de la planta. Aunque se debe tener en cuenta que dichos
valores pueden sufrir algunos cambios de acuerdo a diversos factores
relacionados con el portainjerto o debido a aspectos cualitativos (tamaño,
color, sabor, etc.) que se quieran mejorar.
Tecnología de aplicación
Dentro de la tecnología de
aplicación se busca responder a las interrogantes sobre la fertilización
potásica. Es decir, cuánto aplicar, cuándo aplicar, qué fuente aplicar y cómo
aplicar los fertilizantes.
Dosis.
En caso de diagnosticar un
déficit de potasio en base a los análisis foliares y de suelo, es necesario
implementar un plan correctivo inicial y luego una fertilización de
mantenimiento. En el caso de encontrar adecuados niveles de potasio, el planteamiento
es aplicar la dosis de mantenimiento, la cual consiste básicamente en reponer
el potasio extraído del suelo.
Fertilización de corrección.
Esta dosis busca restaurar los
niveles de potasio en el suelo al saturar el complejo de arcillas presentes en
el suelo y con una cantidad elevada también permitir que el potasio pueda ser
asimilable por las plantas. En el Cuadro 2 se indican algunas dosis de
corrección según el nivel de potasio disponible en el suelo, además de
presentar la fijación del mismo en el suelo.
Fertilización de mantenimiento.
Esta consiste en reponer la
extracción por concepto de la fruta u otros componentes. La cantidad a reponer
es en función del requerimiento específico de cada frutal, y de la producción
alcanzada (Cuadro 3). Esta fertilización se aplica cuando los cultivos son
sensibles a la deficiencia de potasio o cuando los niveles foliares se acercan
al nivel crítico.
Fuentes fertilizantes.
Las fuentes fertilizantes que
contienen potasio varían en el contenido de este elemento (Cuadro 4). Además
algo importante que se debe destacar en este punto, es el costo por kilogramo
de nutriente para determinar en cierto grado la fuente de fertilizantes. Dentro
de las fuentes más comunes están el sulfato de potasio, nitrato de potasio y
cloruro de potasio; este último es el más económico.
Época de aplicación.
Aunque no existe información
precisa sobre este aspecto en campo, se puede definir un momento considerando
el ritmo de requerimiento por la planta de acuerdo a su fenología y la dinámica
del potasio, considerando el factor tiempo. En frutales de hueso el momento
donde se produce la mayor demanda de potasio es en la etapa de endurecimiento
del hueso y la cosecha. Para el caso de la uva para mesa la mayor demanda
ocurre entre el cuaje inicial y la pinta de los frutos. De acuerdo a lo
anterior el mayor aporte de potasio (hasta 2/3 de la dosis), se debe efectuar
entre floración y cuajado de fruto para anticiparse al requerimiento y
competencia con las raíces.
Formas de aplicación.
Un fertilizante para poder
cumplir su objetivo, debe estar disuelto en agua y debe llegar a donde se
encuentra la mayor densidad de raíces para poder ser absorbido. La manera de
aplicar puede ser mediante zanjas de no Figura 2. La fertirrigación es la forma
más eficiente hasta ahora de aportar nutrientes como el potasio, ya que se
busca proporcionarlo de acuerdo al crecimiento de la planta. más de 25 cm de
profundidad, las cuales se cubre con tierra una vez se deposita el fertilizante
potásico; con este método existe bajo riesgo de arrastre del fertilizante. Otra
forma es mediante el fertirriego, donde la dosis de fertilizante se divide
entre el número de riegos que se aplican al cultivo, haciendo más eficiente su
uso y evitando pérdidas importantes.
Fuentes consultadas:
-Ruiz, S. R.; Sadzawka, R. A.
2005. Nutrición y Fertilización Potásica en Frutales y Vides. Ed. INIA.
Santiago, Chile. 80 p.
Autor
Fertilab.
Comentarios
Publicar un comentario