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LA VERDADERA FORMA DE LOS ALIMENTOS.

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Se han preguntado cómo han sido nuestros alimentos, la verdadera forma de nuestros alimentos a los largo de la historia como cambiaron y las nuevas formas que adoptaron a lo largo   de los años por raro que parezca los alimentos que poseemos en nuestras cocinas jamás obtuvieron la forma y las características que gozamos   hoy en día sabor, forma y consistencia son atributos que fueron desarrollados por la intervención humana a lo largo de varios años incluso miles algunos obtenidos de forma natural y algunos otros con métodos muy rudimentarios. Sea cual sea la razón echemos un vistazo a su historia. Maíz El más común utilizado en la industria de bebidas en la fabricación de néctares, como espesante natural, y utilizado en la industria avícola como alimento para aves de corral. Y que tan exquisito sabe con queso. Su uso es ya cotidiano no hay alimento existente que no esté elaborado con derivados del maíz, pero su forma fue la misma? Las características actuales del maíz fo...

ELEMENTOS QUÍMICOS ESENCIALES PARA ALGUNAS PLANTAS

SODIO 

Durante gran parte del siglo pasado, el sodio fue considerado como un elemento esencial para la vida vegetal. Pero ya en 1860, esta creencia fue desechada, aceptándose solo como un simple estimulante o un parcial sustituto del potasio.
A partir de 1935, el interés por este elemento se ha intensificado, y han sido muchos los investigadores que han tratado de demostrar su esencialidad. En 1955, M.B. allen y D.I. amon la establecen para el alga azul verdosa Anabaena cylindrica, y, en 1975, P.F. Brownell y J.G. Wood para la Atriplex vesicaria. Sin embargo, en el momento actual, la mayoría de los autores solo lo aceptan en estos casos, y consideran que no puede generalizarse a todas las plantas.



CONTENIDO, FUNCIÓN Y EFECTOS BENEFICIOSOS EN LA PLANTA.

El sodio es absorbido por la planta como Na+. Su contenido puede variar ampliamente, dependiendo del existente en el suelo, de la especie que se considere y del órgano que se analice. Como valor medio se acepta 1200 ppm en peso seco, siéndolas hojas, normalmente, más ricas que las semillas, y las leguminosas más que los pastos.

La función específica que el sodio puede desempeñar en la planta no se conoce. Algunos investigadores han señalado recientemente su posible acción como activador del enzima carboxilasa fosfoenolpiruvica. Primer enzima de carboxilación en la fotosíntesis de plantas C4.
En las plantas en las que se considere especial (Anabaena cylindrica, por ejemplo). Se acepta que regula ciertos procesos respiratorios y glucoliticos. Algunos investigadores han señalado también un incremento de la actividad del enzima nitrato reductasa y acumulación de nitritos, lo cual origina efectos tóxicos y una poca asimilación del nitrógeno.
Determinados estudios sobre remolacha azucarera parecen indicar que el elemento es necesario para este cultivo, que no debe considerarse solo como un sustituto del potasio. Para otros, sim embargo, esta afirmación no debe ser admitida, ya que consideran que el hecho debe atribuirse  que el sodio añadido, o el existente en el suelo, puede intercambiarse con el potasio adsorbido al complejo coloidal, y una vez liberado este, es utilizada por la planta. Esto explicaría la preferencia del nitrato sódico por la remolacha.

Estas y otras discrepancias, puestas de manifiesto en lo que respecta a considerar el sodio como elemento esencial para otras plantas, no excluyen que sea criterio general el aceptar los efectos beneficiosos que el elemento puede proporcionar. En este sentido, existe un buen número de investigadores que demuestran que el sodio puede reemplazar, en parte, al potasio en muchos cultivos, como por ejemplo: remolacha azucarera, zanahoria, cereales y algodón. En la remolacha, concretamente, se ha podido reemplazar hasta la mitad de los requerimientos de potasio sin que se observen perdidas de rendimiento. Si se tiene en cuenta que los costes de los componentes sódicos son menores que los de los potásicos, ello puede suponer un aspecto muy interesante bajo el punto de vista económico.

Para otros cultivos también se ha observado que puede incrementar los rendimientos, particularmente en aquellos estados en los que el suministro de potasio no es suficiente. Este hecho queda reflejado en la que se representan los resultados obtenidos utilizando disoluciones nutritivas en el desarrollo del arroz.


Figura 1. Influencia del sodio sobre el rendimiento del arroz a distintas concentraciones de potasio en la disolución nutritiva (S.Yoshida y L. Castañeda, 19969).

A bajas concentraciones de potasio, la adición de sodio a la disolución nutritiva incrementa el rendimiento del grano, pero a concentraciones altas de potasio el sodio provoca disminución.
Se han observado otros efectos favorables del sodio. Durante los periodos de sequedad retrasa el marchitamiento de la planta, manteniendo el potencial osmótico celular, en invierno y principio de primavera puede disminuir los posibles daños por heladas, ya que su presencia hace descender el punto de congelación de la savia. Proporciona mayor color y aroma a las hortalizas, como es el caso de la col. E incluso en pastos dedicados a la alimentación de ganado, parece que las aplicaciones de sodio mejoran la producción animal.

CONTENIDO Y DINÁMICA EN EL SUELO.

En el suelo, el sodio procede de los minerales silicatados, como hornblenda y moscovita. Los más ricos son los que durante mucho tiempo se han encontrado inundados por el agua del mar (marismas, por ejemplo). Suelos abonados regularmente con fertilizantes sódicos, y aquellos originados bajo climas áridos.
El sodio es muy lixiviable, y es llevado al mar por el agua  de los ríos de allí puede retornar al suelo, principalmente de las zonas costeras, por acción del viento. Desaparece fácilmente de los suelos si sobrevienen lluvias abundantes, o si se dispone de una cantidad de agua de riego, siempre que el nivel freático sea bajo. Indudablemente, na cantidad de agua de riego, siempre que el nivel freático sea bajo. Indudablemente, una parte del sodio queda adsorbido, pero el poder de retención es bajo, y ello hace que sea eliminado por las aguas de lavado en una gran extensión.

En las regiones áridas (zonas en donde la lluvia es menor de 500 mm/año). Algunos suelos se desarrollan bajo condiciones de drenaje pobres, y se evapora más agua que la que capta por lluvia. En estas condiciones, las sales solubles y el sodio adsorbido pueden acumularse en cantidades elevadas en el horizonte superficial, e impedir el crecimiento delas plantas. Estos suelos son designados como halomórficos, y han sido clasificados en tres clases: salinos, salino-sódicos y sódicos.

Los suelos salinos contienen una concentración relativamente alta, compuesta principalmente de cloruros, sulfatos y, en algunas ocasiones, nitratos. Los principales cationes presentes son: calcio, magnesio y sodio. Menos del 15% de la capacidad catiónica intercambiable de estos suelos está ocupada por Na+, y el pH normal es siempre inferior a 8,5. Esto se debe a que las sales solubles son las predominantes, y solo existe un pequeño porcentaje de sodio intercambiable presente. Frecuentemente se acumulan costras blancas sobre la superficie, y de ahí que se conozcan en las publicaciones más antiguas con el nombre de “álcalis blancos”.



Los suelos salino-sódicos también se caracterizan por su alta concentración de sales solubles, pero se diferencian de los salinos en que el porcentaje de sodio intercambiable es mayor de 15. Mientras que la gran cantidad de sales solubles permanece en el suelo, el alto contenido de sodio adsorbido no produce problemas, y el pH rara vez es superior a 8,5 ya que aquellas actúan de freno. Sim embargo, si las sales solubles, en algunas ocasiones, son lixiviadas, el pH se incrementa al hidrolizarse el complejo sódico y aumentar notablemente l concentración de OH;

Por consiguiente, el pH es superior a 8,5 alcanzando a menudo el valor 10. Debido a esta alcalinidad que se origina, la materia orgánica presente en el suelo se dispersa fuertemente y se distribuye en la superficie de las partículas, dándoles un color oscuro. De aquí el nombre de “álcali negro”, frecuentemente utilizado.
Los suelos sódicos ejercen un efecto desfavorable sobre las plantas. Su alta alcalinidad, inducida por el carbonato sódico, la toxicidad del anión bicarbonato y otros aniones, y el exceso de Na activos, son las causas principales a destacar sobre el metabolismo vegetal.
Para la recuperación de los suelos salinos es preciso disponer de un buen drenaje y aplicación de agua suficiente para lixiviar el exceso de sales a las partes más profundas. Si no existe una amplia capacidad de drenaje, la adición de mucha agua solo serviría para elevar el nivel freático, con lo cual lo único que se conseguirá es aumentar la concentración salina en la superficie del suelo. En estos casos es necesario la utilización de tubos de drenaje para que las aguas de lavado sean desaguadas a través de ellos.



El proceso de recuperación de los suelos sódicos puede acelerarse mediante la aplicación de sulfato cálcico (yeso). Con el fin de transformar parte de los carbonatos alcalinos en sulfatos. El suelo debe permanecer húmedo para facilitar la reacción, y colocando el yeso en la superficie. Las reacciones que se producen son:
Como resultado de estas dobles descomposiciones, el pH del suelo desciende, los coloides floculan, se desarrollan poros más amplios, y aumenta la permeabilidad del suelo.
El azufre puede lograr los mismos resultados que el yeso. Aunque su acción es más lenta. Al oxidarse en el suelo origina ácido sulfúrico, el cual no solo actúa de acidificante, sino también como cambiador de sodio.
Otros sulfatos solubles, tales como el sulfato ferroso y el aluminio. También han dado resultados efectivos.

La aplicación de estiércol, o el cultivo de plantas resistentes a las sales como trébol dulce o alfalfa, es una buena manera de iniciar el proceso de recuperación, ese vaya o no a aplicar productos químicos. La acción radicular de estas plantas tolerantes mejora notablemente la condición física del suelo, acelerando el proceso de granulación.

La utilización de fertilizantes con base de sodio no es frecuente en suelos áridos o semiáridos. Pero en otros, en los que el elemento presenta valores muy bajos, suele utilizarse comúnmente el nitrato sódico. En muchos países de Europa, y en algunos estados americanos, el valor del sodio es muy apreciado, y se usa exclusivamente para mejorar o beneficiar aquellos cultivos que muestran mejoras en su rendimiento o en sus características generales.



Autor
Simón Navarro Blaya, Ginés Navarro García

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