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LA VERDADERA FORMA DE LOS ALIMENTOS.

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Se han preguntado cómo han sido nuestros alimentos, la verdadera forma de nuestros alimentos a los largo de la historia como cambiaron y las nuevas formas que adoptaron a lo largo   de los años por raro que parezca los alimentos que poseemos en nuestras cocinas jamás obtuvieron la forma y las características que gozamos   hoy en día sabor, forma y consistencia son atributos que fueron desarrollados por la intervención humana a lo largo de varios años incluso miles algunos obtenidos de forma natural y algunos otros con métodos muy rudimentarios. Sea cual sea la razón echemos un vistazo a su historia. Maíz El más común utilizado en la industria de bebidas en la fabricación de néctares, como espesante natural, y utilizado en la industria avícola como alimento para aves de corral. Y que tan exquisito sabe con queso. Su uso es ya cotidiano no hay alimento existente que no esté elaborado con derivados del maíz, pero su forma fue la misma? Las características actuales del maíz forma color

Enmiendas húmicas


En este nuevo Post quiero compartir esta información muy interesante que encontré en un libro, de echo creo que es el mejor texto que he visto y que menciona la importancia del humus en el suelo, los procesos que anteceden a su transformación, la relación C/N y su uso.


Materia orgánica del suelo

La materia orgánica del suelo está formada por los restos de animales y de vegetales que se encuentran en él. Sobre esta materia orgánica actúan una infinidad de microorganismos que la descomponen y transforman en otras materias.
La descomposición de la materia orgánica del suelo se realiza mediante dos procesos diferentes:
  • Los residuos orgánicos se transforman directamente y con rapidez en sustancias minerales (mineralización).
  • Los residuos orgánicos se transforman en otra materia orgánica llamada humus (humificación). Posteriormente los humus se descomponen lentamente en sustancias minerales (mineralización).

Los residuos animales se mineralizan sin pasar por el estado de humus. Además, estos restos son muy escasos en comparación con los restos vegetales. Por ambos motivos, los restos animales no se toman en consideración.

La cantidad de residuos vegetales que se transforman por uno u otro proceso depende, sobre todo, de la naturaleza del residuo vegetal. Los residuos muy fermentables, tales como las plantas jóvenes y los abonos verdes, dan poca cantidad de humus. En cambio, las raíces de las plantas cultivadas y las pajas constituyen una fuente importante de humus.

Diferentes estados de la materia orgánica

La materia orgánica del suelo se encuentra en uno de los estados siguientes:
  •          Materia orgánica fresca.
  •          Materia orgánica en estado de productos transitorios.
  •          Materia orgánica en estado de humus.

La materia orgánica fresca está formada por residuos vegetales más o menos divididos. Sobre ella no han actuado todavía los microorganismos.

Los productos transitorios forman la materia orgánica en vía de descomposición por la acción de los microorganismos. Estos productos no están ligados a las partículas del suelo, sino simplemente mezclados con ellas. Una parte de los productos transitorios evoluciona hacia el estado de humus, mientras que el resto se mineraliza rápidamente.


El humus es una materia orgánica muy transformada que está ligada íntimamente al suelo. El humus es muy estable, esto es, se mineraliza lentamente, a un ritmo del 1 al 2 por 100 anual.

Misión de la materia orgánica en el suelo

La materia orgánica modifica las propiedades físicas, químicas y biológicas de los suelos.

Efecto sobre las propiedades físicas

La materia orgánica tiene un efecto positivo sobre la buena estructura del suelo; da compacidad a los suelos sueltos y hace esponjosos a los suelos fuertes.
No basta con que un suelo tenga una buena estructura. Es necesario, además, que la conserve. Sobre este punto, la materia orgánica tiene dos efectos:
  • Un efecto a corto plazo, muy intenso, ene l cual intervienen principalmente los productos transitorios. Este efecto se produce con mayor intensidad cuando se entierran materias muy fermentables, como son los abonos verdes.
  • Un efecto a largo plazo, menos intenso pero ms persistente que en el caso anterior, en el cual interviene, sobre todo, el humus. El estercolado y el enterrado de pajas, que dan lugar a una apreciable cantidad de humus, producen este efecto.

Por otra parte, la materia orgánica aumenta la capacidad de retención de agua e interviene favorablemente en el calentamiento de los suelos en primavera.


Efecto sobre las propiedades químicas

La materia orgánica aumenta la fertilidad de los suelos por los siguientes motivos:
  • Aporta elementos fertilizantes, cuya liberación tiene lugar cuando se descompone la materia orgánica.
  • El humus, junto con la arcilla, constituye el complejo arcilloso húmico, que regla la nutrición de la planta.
  • El humus facilita la absorción de los elementos nutritivos. La cantidad de dichos elementos absorbidos por las raíces es mayor en presencia de humus, y de esta forma los abonos minerales son más eficaces.
  • Los ácidos húmicos estimulan el desarrollo del sistema radicular, y con ello se hace más efectiva la asimilación de nutrientes.

·   Por otra parte, la materia orgánica juega un papel importante en la degradación de sustancias indeseables, como son los plaguicidas.

Efecto sobre las propiedades biológicas

Cuando las condiciones de humedad, temperatura y aireación son adecuadas, la materia orgánica del suelo favorece la proliferación de microorganismos, puesto que dicha materia orgánica proporciona: carbono para la formación de las estructuras orgánicas y para su oxidación como fuente de energía, nitrógeno para la síntesis de proteínas, y otros elementos nutritivos esenciales para la vida.

Con la aportación de materia orgánica aumenta considerablemente la cantidad de fauna del suelo (lombrices, larvas, insectos, etc.). Esta fauna tiene efectos favorables sobre la estructura del suelo en cuanto que favorece la circulación del aire y del agua; pero en ocasiones, la proliferación de insectos puede causar daños de consideración a los cultivos.

En algún caso, la materia orgánica modifica la sensibilidad de las plantas frente a alguna enfermedad. Por ejemplo, la enfermedad llamada (mal vinoso), que afecta a las raíces y tubérculos de algunas plantas (remolacha, patata, alfalfa, etc.), se da con mayor frecuencia en suelos que reciben estiércol. Por lo general, los efectos nocivos se evitan o se reducen cuando se hace la aportación de estiércol con bastante antelación a la siembra.

Descomposición de la materia orgánica

Los microorganismos que descomponen la materia orgánica toman su energía de la materia orgánica a la cual descomponen. Estos microorganismos tienen necesidad de nitrógeno para formar su propia proteína, y este nitrógeno puede tomarlo del procedente de la descomposición de la propia materia orgánica.

El nitrógeno procedente de la descomposición de la materia orgánica tiene diferente destino, según se la proporción de nitrógeno y de carbono contenido en esa materia orgánica. Cuando se incorpora al suelo materia orgánica con una relación C/N alta, los microorganismos se multiplican activamente y consumen el exceso de carbono, dejando como residuo un producto cuya relación C/N tiene un valor más bajo que el inicial, hasta llegar al humus, que tiene una relación C/N muy próxima a 10.

Si la relación C/N es baja (materia orgánica pobre en celulosa y rica en nitrógeno), los microorganismos toman una parte del nitrógeno liberado, mientras que la parte restante se incorpora al suelo. La descomposición de la materia orgánica se verifica con rapidez porque los microorganismos encuentran en ella el nitrógeno que necesitan.

Si la relación C/N es alta (materia orgánica rica en celulosa y pobre en nitrógeno), los microorganismos toman todo el nitrógeno liberado e, incluso, toman también el nitrógeno contenido en el suelo. Por este motivo, cuando se entierra un abundante rastrojo de cereales es preciso aportar una cantidad suplementaria de nitrógeno, sobre todo si la siembra se hace a continuación, con el fin de que haya suficiente cantidad para los microorganismos y para el cultivo. Cuando la relación C/N es alta, la descomposición de la materia orgánica se verifica más lentamente que cuando dicha relación es baja; se acelera el proceso aportando abono nitrogenado.

El nitrógeno tomado por los microorganismos no se pierde, sino que se libera de nuevo cuando mueren los microorganismos.

En el cuadro siguiente se pone de manifiesto la evolución del nitrógeno contenido en la materia orgánica:


La cantidad de nitrógeno liberado depende de la rapidez con que se descompone la materia orgánica. Esta rapidez depende, entre otras causas, de la temperatura: a mayor temperatura corresponde mayor rapidez en la descomposición. Por este motivo, la liberación del nitrógeno contenido en la materia orgánica empieza en primavera y alcanza su mayor intensidad al final del verano.

El contenido de humus en el suelo

Los residuos vegetales contenidos en el suelo se descomponen rápidamente, dando lugar a dos tipos de productos:
  • Sustancias minerales (agua, anhídrido carbónico, amoniaco, etc.) producidas por el proceso de mineralización.
  • Humus producido por el proceso de humificación.

La velocidad a que tiene lugar la transformación de los vegetales depende de varios factores: el suelo, el clima y la propia materia vegetal que se transforma. Cuando las condiciones son favorables, la transformación empieza en seguida y tiene lugar de una forma rápida y progresiva, de modo que, al cabo de unos dos años, la transformación se ha completado.

A su vez, el humus también se transforma en sustancias minerales; pero esta transformación se verifica muy lentamente, de modo que cada año se descompone, aproximadamente, el 1,5 por 100 de humus contenido en el suelo.

Para conservar la fertilidad de los suelo debe haber un contenido adecuado en el humus. Y como el humus se va gastando cada año no queda más remedio que incorporar al suelo restos vegetales, con el fin de que el humus formado sustituya al humus gastado.



Los cultivos que restituyen menos cantidad de residuos al suelo son los que pueden plantear mayores problemas, en un plazo más o menos largo, si no se adoptan a tiempo las técnicas apropiadas para asegurar un nivel aceptable de humus. Estos cultivos son, entre otros, la vid, los frutales y los cereales en donde no se reincorporan, de alguna manera, la paja al suelo.

Las principales fuentes de humus son:
  • Los residuos de cosechas.
  • El estiércol
  • Las pajas enterradas.
  • Los abonos verdes.
Autor

JOSE LUIS FUENTES YAGÜE


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